PERSONAJE FICTICIO
Me llamo Adriana Ríos y tengo 29 años. Vivo en Lora del Río un pueblo de la provincia de Sevilla. He estudiado Pedagogía y Educación Primaria. Tras aprobar las oposiciones he ejercido como profesora de primaria en diferentes colegios cercanos a mi pueblo, pero ahora me han destinado al “C.P.I.P Andrés Miró” que se encuentra en Montequinto (Sevilla).
Tengo que coger el tren a las 7:20 para llegar a Sevilla a las 8:10, donde cojo el autobús que me lleva a Montequinto. A las 9:00 comienzo las clases en mi grupo de 1º A como tutora, donde imparto Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio. La jornada laboral acaba a las 14:00, y llego a casa a las 15:30 más o menos.
Mi clase está compuesta por 25 alumnos, 15 niños y 10 niñas.
Al llegar a casa me espera mi marido que acaba de llegar de trabajar y preparamos el almuerzo.
Por la tarde, me dirijo a la Escuela de Adultos del pueblo para trabajar un ratito con esas personas que acuden cada tarde para aprender cosas.
Soy una persona alegre, divertida y me gusta ir con la verdad por delante, respetando a los demás pero también exijo que me respeten. Me encantan los niños y por ello decidí estudiar Pedagogía y luego Educación Primaria.
En mi tiempo libre me gusta escuchar música, leer y pasear por el campo a caballo junto a mi marido.
PERSONAJE REAL
El profesor de 1º de Educación Primaria del centro San Isidro en el Priorato (Sevilla) se llama José Antonio y vive en Lora del Río. Tiene 35 años y lleva sobre 8 años impartiendo clases, en este centro lleva 4 años. Es el tutor de la única clase de 1º que hay en el centro.
Es un profesor estricto y severo con los alumnos, ya que éstos necesitan que estén constantemente forzándoles a hacer las tareas.
Una de sus funciones además de las de profesor de primaria, era la de coordinador del centro, tenía que rellenar las actas del centro y demás.
A pesar de ser un tanto estricto, a mi personalmente me ha ayudado mucho durante mis prácticas en el centro, sobre todo reflejándome claramente la realidad que hay y con la que me encontraré cuando acabe la carrera.
Me llamo Adriana Ríos y tengo 29 años. Vivo en Lora del Río un pueblo de la provincia de Sevilla. He estudiado Pedagogía y Educación Primaria. Tras aprobar las oposiciones he ejercido como profesora de primaria en diferentes colegios cercanos a mi pueblo, pero ahora me han destinado al “C.P.I.P Andrés Miró” que se encuentra en Montequinto (Sevilla).
Tengo que coger el tren a las 7:20 para llegar a Sevilla a las 8:10, donde cojo el autobús que me lleva a Montequinto. A las 9:00 comienzo las clases en mi grupo de 1º A como tutora, donde imparto Lengua, Matemáticas y Conocimiento del Medio. La jornada laboral acaba a las 14:00, y llego a casa a las 15:30 más o menos.
Mi clase está compuesta por 25 alumnos, 15 niños y 10 niñas.
Al llegar a casa me espera mi marido que acaba de llegar de trabajar y preparamos el almuerzo.
Por la tarde, me dirijo a la Escuela de Adultos del pueblo para trabajar un ratito con esas personas que acuden cada tarde para aprender cosas.
Soy una persona alegre, divertida y me gusta ir con la verdad por delante, respetando a los demás pero también exijo que me respeten. Me encantan los niños y por ello decidí estudiar Pedagogía y luego Educación Primaria.
En mi tiempo libre me gusta escuchar música, leer y pasear por el campo a caballo junto a mi marido.
PERSONAJE REAL
El profesor de 1º de Educación Primaria del centro San Isidro en el Priorato (Sevilla) se llama José Antonio y vive en Lora del Río. Tiene 35 años y lleva sobre 8 años impartiendo clases, en este centro lleva 4 años. Es el tutor de la única clase de 1º que hay en el centro.
Es un profesor estricto y severo con los alumnos, ya que éstos necesitan que estén constantemente forzándoles a hacer las tareas.
Una de sus funciones además de las de profesor de primaria, era la de coordinador del centro, tenía que rellenar las actas del centro y demás.
A pesar de ser un tanto estricto, a mi personalmente me ha ayudado mucho durante mis prácticas en el centro, sobre todo reflejándome claramente la realidad que hay y con la que me encontraré cuando acabe la carrera.
En su clase hay 16 alumnos y se reflejan al menos cinco niveles. Además hay dos alumnas que necesitan constantemente de una profesora de apoyo.
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